Si vous aimez surfer allègrement sur le Net, n'hésitez pas: vous êtes sûr d'y trouver quelques chose d'intéressant. Mais si vous avez un intérêt ou, mieux encore, une obsession pour l'archéologie, je vous suggère de chercher sur la toile le site googleearth.com. Il s'agit d'un site qui utilise un software d'images satellite de haute définition, sur toute la planète, offrant ainsi à l'utilisateur une vue aérienne incroyable de pratiquement tout et n'importe quoi, allant d'écoles ou de fleuves jusqu'au restaurant de Pizza Hut le plus proche. Et si nous parlons d'archéologie, vous pouvez naturellement voir des sites tels que le flux de lave pétrifiée de Mullumica, le Capac-Ñan, Machu Picchu ou encore Cochasquí.
Sólo abra googleearth, escoja el continente, ponga el nombre de lo que desea en la ventana apropiada, y de pronto, como si usted fuera un cóndor volando en picada en busa de la presa, ve el continente abrirse en la pantalla y salirse de sus límites, mientras el punto escogido se materializa casi al instante ante sus ojos. ¡Wow! Empiece por Quito, y busque su casa, y a lo mejor encuentra a su mami o su papi colgando la ropa en la terraza (bueno… exagerando). Luego aventúrese por el verde campo, y busque los sitios arqueológicos de su predilección (mientras más grandes, más fáciles de localizar). ¿Sabe usted que puede ubicar en su excursión virtual hasta nuevos sitios arqueológicos? Intente en la sierra norte buscar algún bohío, algún sitio de terrazas agrícolas, algún accidente topográfico donde used sabe que hay un sitio arqueológico.... No tenga miedo de una ruedita con flechas ubicada en un extremo de la pantalla; úsela porque le permite “extender” su área de exploración hacia los cuatro punto cardinales. Hay inclusive una función que le permite poner indicadores de la ubicación de “sus” sitios para que haga su propio mapa arqueológico. De hecho, hay alguna gente que ha elaborado sus propios mapas (e.g. uno de sitios de montículos de los bosques orientales de EE.UU., otro de castillos de Francia, otro de anfiteatros romanos, etc.) que están a disposición de los usuarios. Busque para ello la ventana Google earth community, donde encontrará además fotografías de todo el mundo, y hasta un juego arqueológico que consiste en adivinar dónde se encuentra un sitio cuya foto reposa en el archivo de la comunidad. Para todo ello, naturalmente, usted debe bajarse el programa gratuito — aunque puede “jugar” sólo abriéndolo. Estoy seguro que su mente veinteañera, nacida en medio de la automatización del mundo, será más ágil que la del Editor de la Apachita (eso sí enseñarán, porque quiero aprender más). Solamente hay un problema, que no quiero abordarlo por el momento. Sólo les advierto que no quiero oir siquiera que en algun té de damas, alguna mami de ustedes haya estado llorando amargamente, quejándose de que su hijo-a se ha vuelto un googleearth adict! Ni Dios lo quiera, porque esa enfermedad no tiene cura. De mi parte, sólo les cuento que ya ni sé que buscar en googleearth, porque mi encarnación de cóndor virtual ha volado desde la casa de mi mami en Cuenca, hasta la garganta de Olduvai (Tanzania)… Como ven, trato de ser moderado en mis viajes espaciales. |