Escrito por Ernesto Salazar
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Sábado, 11 de Septiembre de 2010 11:18 |
Dos culturas conviene distinguir, con cuidado, en la prehistoria ecuatoriana: la cultura incásica y la cultura genuinamente ecuatoriana. La primera fue traida por los Incas al Ecuador, cuando conquistaron las provincias ecuatorianas; la segunda es la que lograron adquirir los aborígenes del Ecuador, mediante sus propios esfuerzos.
Federico González Suárez, 1915, Notas Arqueológicas, p. 11, Imprenta del Clero, Quito.
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Última actualización el Sábado, 11 de Septiembre de 2010 11:25 |
Escrito por Karen O. Bruhns, Nancy L. Kelker
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Sábado, 11 de Septiembre de 2010 11:26 |
Hay momias falsas por aquí y por allí. En realidad, como las egipcias, son en su mayoría imitaciones, trozos de varios cuerpos y objetos de varios entierros juntados en un todo fraudulento. Tal es el caso de la pobre “señora cañari” del Museo del Banco Central de Quito. Este museo es esencialmente el museo nacional del país, fundado sobre la base de colecciones privadas y de compras selectivas a huaqueros, de manera que la generalidad de las piezas tiene poco en lo referente a proveniencias detalladas y confiables. La supuesta momia, si es realmente cañari, debería haber procedido de los Andes meridionales, lo cual es especialmente problemático, dado que la región es generalmente un lugar húmedo, con pocas cuevas secas y otras amenidades tendientes a la preservación de momias.
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Última actualización el Sábado, 11 de Septiembre de 2010 11:51 |
Escrito por Luis Rodolfo Monteverde Sotil*
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Sábado, 11 de Septiembre de 2010 11:32 |
El pensamiento andino actual es un continuo cultural de fuertes raíces prehispánicas, que ha llegado hasta nuestros días básicamente por vía oral. Cuando excavamos en la sierra de Tacna (febrero del 2010) Justino, un comunero de Vilavilani, luego de explicarnos como había “aparecido” el volcán Tacora (en la región colindante de Arica-Chile) nos comentó que la historia se la contó su padre y que él ya se la había transmitido a su hijo. Las palabras o las formas de narrar un mito o un cuento pueden cambiar, pero su esencia permanece y se transmite a través de las generaciones. A continuación intentaremos un breve ensayo en el cual repasaremos, en base a trabajos etnográficos, los significados que se manejan en épocas contemporáneas sobre los rayos, las lluvias y las piedras. Como veremos, estos están asociados al concepto actual del ushnu (1) y probablemente lo estuvieron durante el Tahuantinsuyo; no de forma idéntica pero similar.
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Última actualización el Sábado, 11 de Septiembre de 2010 12:01 |
Escrito por Ernesto Salazar
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Sábado, 11 de Septiembre de 2010 12:01 |
En 1980, el antropólogo Frank Salomon publicó una obra (Los señoríos étnicos de Quito en la época de los incas), que dio enorme impulso a la naciente etnohistoria ecuatoriana. En ella, se aborda básicamente el estudio de los cacicazgos (llactakuna) de la región de Quito (el conocido "corregimiento de las cinco leguas de Quito", que equivale grosso modo a la actual provincia de Pichincha). Clave para la comprensión del funcionamiento de estas entidades políticas, era el control, por parte de los señores, de la circulación de bienes producidos al interior del cacicazgo y de los que podían obtenerse de otras zonas ecológicas, a través del intercambio regional.
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Última actualización el Sábado, 11 de Septiembre de 2010 12:18 |
Escrito por Florencio Delgado-Espinoza
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Sábado, 11 de Septiembre de 2010 12:18 |
Es ya casi un cliché decir que, en el Ecuador de gran parte del siglo 20, el estudio del pasado estuvo en manos de coleccionistas conscientes de que sus adquisiciones representaban parte de la historia de las sociedades precolombinas. Luego de la importante contribución que hiciera a su estudio el Obispo Federico González Suárez, Jacinto Jijón y Caamaño, un ávido coleccionista de arte, incursiona en el tema, pero a diferencia del primero, decide construir su colección arqueológica, a partir de excavaciones que realiza de manera personal. Por lo general, elige para estos trabajos sus extensas propiedades, y en algunos casos, excava en zonas ajenas, como los sitios de la provincia de Manabí y el sitio peruano de Maranga. El trabajo de campo despierta en él la necesidad de dar explicación y contenido histórico al material recogido, recurriendo a informes y publicaciones arqueológicas de varias regiones del mundo. Jijón sufre entonces la metamorfosis de un mero acumulador de bienes (coleccionista) en un arqueólogo de tradición coleccionista explicativa. En aquellos tiempos, eso de deambular por el territorio buscando piezas arqueológicas era definitivamente un hobby aristócrata practicado por varios personajes; empero Jijón, a diferencia del resto, trató de explicar el proceso cultural a través de los objetos.
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Última actualización el Sábado, 11 de Septiembre de 2010 12:31 |
Escrito por Ernesto Salazar
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Sábado, 11 de Septiembre de 2010 12:34 |
La nariz de la esfinge de Gizeh
La esfinge no tiene nariz y la lacra que tiene en la cara sugiere que fue destruida. La historia más famosa es que fue arruinada por las tropas de Napoléon (1798), en pruebas de tiro al blanco. Pero sabiendo del tropel de científicos que el gran corso llevó a Egipto, es muy dificil de tragarse el cuento. El viajero Richard Pococke publicó en 1743 un relato de su viaje, cinco años antes, en el que incluye un dibujo de la esfinge con nariz, pero en un libro que publicó 24 años después se quejaba de que la misma haya sido desfigurada. Por tanto, no hubo erosión, sino mano humana, accidental o a propósito. Otro dibujo, de Frederic Louis Norden (1755), muestra a la esfinge también sin nariz, o sea que talvez Napoleón no la rompió, después de todo. Sin embargo se ha encontrado otro dibujo más antiguo, el de Cornelius de Brujin (1698), que muestra una nariz medio fea pero intacta. ¿Hechos reales o “licencias” artísticas? Otra revelación está circulando. Según Ann Macy Roth, la nariz fue dañada en 1378 “por un religioso musulmán que temía que la esfinge era objeto de veneración inapropiada”. Da fuentes académicas para esta afirmación. El “naricida” se habría llamado Mohammad Sa’im al-Dahr. Ahora bien, iconoclastas han habido en toda la historia, y si los talibanes fueron capaces de hacer explotar en 2001 los budas gigantes de Bamiyan, cualquier cosa pudo haber ocurrido en el pasado más remoto. Vea otras tribulaciones de la esfinge en Apachita 14:3-6 (Prad, heritage-key.com, agosto 2, 2010).
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Última actualización el Sábado, 11 de Septiembre de 2010 13:04 |
Escrito por Ernesto Salazar
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Sábado, 11 de Septiembre de 2010 12:59 |
Andrefsky, William, 2005, Lithics: macroscopic approaches to analysis. Cambridge University Press.
Arellano López, Jorge, 2009, Culturas prehispánicas del Napo y el Aguarico, amazonía ecuatoriana (transecta Yuturi-Lago Agrio). Centro Cultural José Pío, Lima.
Ashurst, John, 2006, Conservation of ruins, Butterworth-Heinemann, Oxford
Benavides, O. Hugo, 2004, Making Ecuadorian histories: four centuries of defining power, University of Texas Press, Austin.
Bourget, Steve; Kimberly L. Jones, 2008, The art and archaeology of the Moche. An ancient Andean society of the Peruvian North Coast, University of Texas Press, Austin.
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Última actualización el Sábado, 11 de Septiembre de 2010 13:24 |
Escrito por Ernesto Salazar
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Sábado, 11 de Septiembre de 2010 13:25 |
David M. Stemper murió el 3 de julio mientras jugaba basketball. David obtuvo su PhD en 1989 en la Universidad de Wisconsin, con una tesis sobre los cacicazgos prehispánicos del Río Daule, como culminación de una larga asociación con el proyecto de campos elevados dirigido por W. Denevan para la región andina. Enseñó inicialmente en la colombiana Universidad del Valle, y estuvo asociado con el Instituto Vallecaucano de Investigaciones Cientificas (INCIVA). Allí, realizó con Hector Salgado investigaciones arqueológicas en la Bocana, uno de los sitios tolitas más septentrionales (a 350 Km de La Tolita) y en Palestina (río San Juan), ambas localidades de la costa pacifica colombiana. También inicio allí, con Carlos A. Rodríguez, un proyecto de larga duración sobre los señoríos del valle del Cauca. Posteriormente enseñó en varias universidades estadounidenses, como las universidades de Texas (El Paso), Maryland (Baltimore), Georgetown, y, últimamente, la American University. Como consultor, condujo proyectos educativos y de investigación en Cuba, Perú y Colombia. De entre sus publicaciones, cabe mencionar: 1987, Raised fields and agricultural production, A.D. 1400-1600, Rio Daule, Guayas, Ecuador. En Pre-Hispanic Agricultural Fields in the Andean Region, W. Denevan, K. Mathewson, and G. Knapp, eds., pp. 297-319. BAR International Series, vol. 359 (ii). Oxford; y 1993, The persistence of prehistoric chiefdoms on the Rio Daule, Coastal Ecuador. La persistencia de los cacicazgos prehispánicos en el rio Daule, Costa de Ecuador, Edición bilingüe español-inglés. Memoirs in Latin American Archaeology, vol 7. University of Pittsburgh.
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