Escrito por Luis Vázquez León
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Jueves, 01 de Marzo de 2007 19:36 |
En una publicación reciente, el autor hace una incursión lingüística en las peculiaridades del lenguaje arqueológico, en las que se percibe un cariz militar o guerrero. Hay una variedad de explicaciones para esta situación, que va desde la formación militar de algunos arqueólogos del pasado hasta el carácter coercitivo de ciertas instituciones culturales. Apachita ofrece a los lectores algunos “descubrimientos” del autor. Nota del Editor.
1. Educar arqueólogos es como ingresar a un grupo de guerreros. 2. En conservación patrimonial, la sociedad es el enemigo a vencer. 3. El Patrimonio Cultural está sitiado por intereses privados. 4. El sitio arqueologico ha sido saqueado con anticipación. 5. Hemos liberado la estructura del escombro. 6. La excavación extensiva comprende seis frentes. 7. Disponemos de un campamento para resguardo de materiales. 8. La logística del proyecto requiere estas medidas. 9. La posición teórica consta de ontología, valores y método. 10. Las rebeliones académicas son normales entre nosotros. 11. Las grandes excavaciones demandan estrategias especiales. 12. La zona arqueológica carece de resolución presidencial. 13. En la cadena de mando del proyecto hay tres responsables. 14. La jefatura del proyecto recae en quien tiene permiso del Consejo. 15. Se han practicado calas, pozos y trincheras. 16. El INAH recurre a la ocupación pacífica de propiedades. 17. La sección de arqueología se reúne el jueves próximo. 18. Entre los enemigos míos se encuentran estos: ... 19. Informe de la primera campaña de excavación. 20. La intervención física en la zona arqueológica concluyó. |
Última actualización el Lunes, 31 de Agosto de 2009 10:40 |