Los mayas y el fin del mundo: Historia de una profecía precolombina |
Escrito por Florencio Delgado Espinoza |
Lunes, 19 de Noviembre de 2012 05:25 |
“Jamás hablaron de destrucción de la tierra. Ellos hablaron de la terminación de eras que daban comienzo a otras. Las expectativas son grandes, ahora que al final del 2012 termina el ciclo mayor de 13 baktunes. La visión catastrófica de destrucción de la tierra en el 2012 ha generado miedo, debido principalmente a libros y películas sensacionalistas, cuyo único objetivo es obtener dinero. Estos medios mezclan algunas posibilidades, no aceptadas por la mayoría de científicos, con la fantasía de los autores (dos soles en el cielo, la conjunción tierra sol, dentro de la galaxia, el cambio de rotación del eje de la tierra, etc.)” (Ruiz Paredes 2010:9). A pesar de que el mundo de los mayas ha sido bastante conocido y estudiado por la ciencias del pasado, en los últimos años el conocimiento sobre la existencia de esta civilización precolombina se ha popularizado y expandido mas allá de las aulas universitarias, de los arqueólogos, epígrafos y, en general, del mundo de la Academia. Actualmente, de los mayas se escucha hablar por doquier: en los empaquetados autobuses, en las largas colas de los bancos u oficinas públicas, en los pasillos de hospitales, en las charlas de cafés y sobre todo en el agitado mundo cibernético. Mensajes en las redes sociales, encuentros de purificación, espacios de adoración a los supuestos dioses, son el pan de cada día de aquellos creyentes en cualquier tipo de fenómeno apocalíptico sobre el fin de la humanidad. Otros, con lujo de tiempo para gastar, hasta construyen bunkers, preparándose para el final. Ante todo este fenómeno de histeria social cabe la pregunta ¿cuál es la razón de tanto alboroto? Si, por un lado, la popularización del conocimiento sobre los mayas nos alienta, como arqueólogos, por el otro, nos llama a la reflexión sobre las razones y forma de este proceso. Y la respuesta está contenida en la cita que abre este texto, es decir en una interpretación sobre una fecha que, dentro del sistema de calendarios mayas, señala al solsticio de diciembre como el final de 13 Baktun 4 Ahaw, que muchos lo han interpretado como el fin del mundo. Esta interpretación ha sido acogida sobre todo por el movimiento New Age y sensacionalizada por la prensa, desatando histeria colectiva en ciertas partes del mundo. En lo que continúa del texto, se hace un recuento de la historia de esta supuesta profecía maya. Los mayas precolombinos. Constituyeron un conjunto de grupos organizados a través de sistemas políticos estatales, en los que imperaba, supuestamente, la competencia y el faccionalismo (Brumfiel 1998). Su historia se remonta, según varios investigadores, a los Olmecas, y su transición ocurre durante el período preclásico medio ( 900-300 A.C), periodo en el cuál se observa el surgimiento de una serie de cacicazgos, asentados en sitios como San José Mogote, en Oaxaca, El Paso de la Amada en la región de Chiapas,, Tlatlilco, Chalcatzingo, en la parte de Méjico central, San Lorenzo en el oeste mejicano y Nakbe en el área maya, entre otros. Durante el Preclásico Tardío, aparecen los primeros centros regionales; en el valle de México aparece Teotihuacán y Cuicuilco, el primero se convertiría luego en una gran ciudad estado, al mismo tiempo que surgen Monte Albán, en el Valle de Oaxaca, y Kaminaljuyú, Calakmul, Tikal, Uaxactun, Lamani, y varios otros sitios en la región maya. En otras palabras, a finales del Preclásico empiezan a florecer los centros regionales que incrementarán en población y emergen como grandes centros de control político y económico durante el Periodo Clásico. Tikal, por ejemplo, en la zona del Petén, se presenta ya como una verdadera ciudad-estado. Poco a poco, durante el Clásico temprano (200-600 D.C), Teotihuacán se convierte en una gran mega ciudad precolombina, desde donde se irradian conexiones con la región maya. Aparecen otros centros regionales y se desarrollan otros más; aparecen Caracol, Palenque, Naranjo, Copan, y se incrementa la población de sitios como Tikal, Uaxactun, Calakmul, Kaminaljuyú, en la región de Oaxaca Monte Albán incrementa su complejidad. La interacción regional provee a estas ciudades-estados con los recursos necesarios. Pero la región no está libre de conflicto, y las luchas internas generarán paulatinamente el declive de la sociedad maya. Hacia el Clásico terminal, también conocido como epi-clásico (800-1000 D.C), empieza el proceso que al final llevaría al colapso de los mayas. Así, en el Post-clásico, (900-1521), los estados colapsan, hasta que finalmente desaparecen, mucho antes de la llegada de los conquistadores europeos. Las ciudades son abandonadas y los mayas se transforman en grupos más bien pequeños, muchos de los cuales sobreviven hasta el presente en la región mesoamericana. Logros de los mayas. Gracias a una paciente decodificación basada en los estudios de la arqueología, la epigrafía, la lingüística y las matemáticas, se ha podido establecer que los logros de la sociedad maya fueron superlativos, especialmente en cuanto a la astronomía y a las matemáticas. Los códices, como el de Dresden, han permitido descifrar la escritura y esbozar la historia de los mayas, a través de eventos y fechas conmemorativos. Dentro de la organización social maya, los sacerdotes eran también astrónomos, por tanto, facultados para proponer, con fines rituales, los eventos de carácter cósmico conectados con los dioses. Sin embargo, también había otro grupo de astrónomos, acaso más especializados, que se encargaban de estudiar los astros y sus movimientos, y de organizar el tiempo. Gracias a ellos, los mayas pudieron disponer de sistemas para contar y anotar el tiempo, o sea de calendarios, como los llamamos en el mundo occidental. Los Calendarios Mayas. Se conocen 3 tipos de calendarios mayas: el Tzolkin, el Haab, y una combinación de ambos. El Tzolkin o calendario ritual estaba conectado con fechas relacionadas al ciclo agrícola y constaba de 280 katunes, es decir 280 días. En conjunto, este calendario tenía 14 (meses) de 20 días cada uno. El Haab era un sistema de conteo del tiempo similar al del calendario gregoriano del mundo occidental y por ende tenía 365 días. Los primeros 360 se agrupaban en 18 meses de 20 días cada uno, a los cuales se agregaba un “mes” de 5 días. Este cortísimo mes era muy temido, por cuando en su decurso ocurrían las mayores penurias para los mayas. De hecho, quienes nacían en este mes estaban condenados a tener una vida no muy feliz, pues eran los portadores de desgracias infinitas. El tercer tipo de calendario, que combina el Tzolkin y el Haab, ordenaba el tiempo en ciclos conocidos como Baktunes, o como “eras” en nuestro lenguaje usual. Es conocido también como “la cuenta larga”, ya que con este sistema se conformó la cronología histórica de los mayas. La profecía supuesta. La controversia de la supuesta profecía surge cuando, luego del decimotercer Baktun, se le acaban “en teoría” los días al calendario. Una de estas fechas, según los cálculos de los especialistas, caería en el 21 de Diciembre del 2012. Y en este punto se han levantado las ideas apocalípticas, sobre todo de los que conforman el grupo llamado New Age, que busca en las “escrituras mayas” la historia del mundo. Pero tanto la fecha, como la forma a la que se llegó a calcularla, son tan controvertidas que la ciencia ha preferido mostrarse escéptica frente a la popular idea de que el 21 o el 23 de diciembre del 2012 el mundo llegará a su fin. El sistema del conteo largo se basa en períodos circulares, es decir que cada uno de las Baktunes constituye un ciclo de 144 años para los mayas. Se dice que fue Michel Coe (1998) quien propuso, luego de varias investigaciones sobre el sistema de la cuenta larga, el año de 3511 a. C., como el año cero, o sea el inicio de este calendario. El solsticio de diciembre del 2012 corresponde al año 4 Ahau 13 Batkun, y en esta fecha culmina el sistema de conteo de los mayas. Cada fin de ciclo estaba asociado a hechos significativos, que podrían ser hecatombes y cambios substanciales en el espacio físico, algunos de tintes apocalípticos. Por cierto, hay investigadores que señalan que la fecha dada por el arqueólogo Coe podría no ser la correcta, ya que se basa en ciertas lecturas de los códices, sobre las que no hay acuerdo total entre los especialistas. Por otro lado, recientes investigaciones apuntan a que la fecha del 13 Batkun no es la correcta. Por ejemplo, hace pocos días, un equipo liderado por Bill Saturno, arqueólogo mayanista graduado en Harvard, señalaba que una nueva lectura decifrada de un friso apuntaba mas bien a que el final del ciclo estaría localizado en el Baktun 17, y no en el 13 (Noble 2012; Saturno et al. 2012). Las Controversias. Hay que decir, sin embargo, que estas ideas se sustentan en las malas interpretaciones de esta información. Según los chamanes que aún sobreviven en la región mesoamericana, los mayas no mantienen la idea de que el mundo llegará a su fin en diciembre del 2012. En efecto, en un sistema circular de conteo del tiempo, el fin no existe, ya que este es sólo el inicio de otro círculo. O sea, el término del ciclo no significa el final de la especie humana, sino el inicio de otra nueva era. Más importante aun, habría que preguntarse si el conteo maya de su historia y su colapso es sólo aplicable a Mesoamérica o debe extenderse a otros grupos humanos o a todo el mundo. ¿Qué dicen los actuales astrónomos? Según los proponentes de la versión apocalíptica, hay varios hechos que indicarían cómo el mundo llegará a su final. Se dice, por ejemplo, que el sol empezará a irradiar mayor energía de la normal, asunto que no parece asustar a los astrónomos dedicados a estudiar el comportamiento del sol, ya que consideran que las fluctuaciones de energía son parte del proceso normal de la dinámica vida del astro rey (López, astrofísico del Observatorio Astronómico de Quito, comunicación personal 2012). Se señala, además, que el ángulo de rotación de la tierra sufrirá un cambio, situación que tampoco es tenida como anormal por los astrónomos. De hecho, cada movimiento telúrico originado en el reacomodo de las placas tectónicas produce cambios en la orientación del eje de la tierra. A pesar de ello, la histeria colectiva sigue vigente, alimentada por ideas supuestamente obtenidas del registro arqueológico y de la investigación epigráfica. Discusión. Esta idea del fin del mundo “pronosticada” por los mayas, debe llevarnos a la reflexión de que es urgente y necesario que la información arqueológica sea transmitida con más fuerza y más frecuencia a la población, a fin de evitar el peligroso juego de personas que, a base de manipulación o desconocimiento, tienden a difundir reconstrucciones totalmente alejadas de la realidad. En esta nueva era del conocimiento y del acceso democrático a la información, las aproximaciones pseudo-científicas se ven y venden bien, penetrando con gran fuerza en la población que desconoce los datos. Por ello, los arqueólogos debemos comprometernos cada vez más a divulgar la información científica, una de las pocas formas de cerrar el paso a los farsantes que confunden e interpretan todo siguiendo más sus preceptos político-ideológicos que los datos aportados por la ciencia. Referencias Citadas Brumfiel, Elizabeth (1994), Factional competition and political development of the New World: An Introduction. En Factional competition and the political development in the New World. E. Brumfiel y J. Fox, eds., pp. 3-3 Cambridge University Press. Coe, Michael,1999, Breaking the Maya Code Revised. Edición Revisada. Thames & Hudson. New York-London. Noble, John, 2012, Painted Maya walls reveal calendar writing. Times, Mayo 10, 2012. New York. Ruiz, Hector, 2012, La tabla de eclipses del código maya de Dresden y su relación con el fin del 13avo Baktun. hfruiz53.blogspot.es/img/tttw2012.pdf. Saturno, W, D. Stuart; A. Aveni; y F. Rossi, 2012, Ancient Maya astronomical tablets from Xultun, Guatemala. Science 336:225- 232. |
Última actualización el Lunes, 19 de Noviembre de 2012 06:24 |