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Revistas Apachita Apachita 18 El centro ceremonial de Salango
El centro ceremonial de Salango PDF Imprimir E-mail
Escrito por Richard Lunniss   
Lunes, 23 de Mayo de 2011 12:19

Ubicado en la costa sur de Manabí, un área de colinas bajas con bosque rico en pájaros, cuyas aguas contiguas atraen poderosas criaturas marinas como las rayas y las ballenas jorobadas, Salango es uno de los sitios arqueológicos claves que anclan al Ecuador a su pasado precolombino. La riqueza de la información recuperada refleja la historia única de un lugar, mientras permite echar luz sobre una gran variedad de temas de relevancia mayor. Es particularmente un punto de referencia para las culturas de los períodos Formativo Tardío y Desarrollo Regional de la costa central y un nombre emblemático de las identidades manteñas. Sin embargo, a pesar de diez años de excavación ahí, y muchos más de continuo análisis de materiales excavados, no se ha llegado todavía a comprender su potencial y su cabal relevancia para el país. Por esta razón, es apropiado presentar aquí una breve revisión de los contenidos culturales del sitio, de lo que se ha hecho con la información y de lo que todavía queda por hacerse.

Salango fue documentado por primera vez por Bartolomé Ruiz, luego del famoso encuentro en 1526 con la balsa manteña fuera de la costa de Esmeraldas, cuando la tripulación de la nave explicó que había venido al Norte para recolectar ciertas conchas (Spondylus princeps) para llevarlas al Señorío de Salangome, del que Salango era uno de sus cuatro principales pueblos. Desde que el artículo de Adam Szaszdi (1978) sugirió que Salango era realmente el puerto local de la balsa, esta moderna aldea pesquera, las balsas manteñas y la concha Spondylus han estado inextricablemente unidas en las mentes de los arqueólogos y del público en general. Equipos de TV y reporteros de diarios hacen visitas regulares al museo de Salango para cubrir estos temas. El 12 de octubre, Salango celebra la Fiesta de la Balsa Manteña, y ha habido una serie de reconstrucciones de tamaño real de balsas lanzadas desde su playa. Curiosamente, la presencia documentada de grandes anclas de piedra de la fase Bahía II de Salango, que evidencian una navegación en balsa mucho más temprana, ha pasado en gran medida ignorada.

Aunque visitado por Julio Viteri y Emilio Estrada durante su reconocimiento de la costa en la década de 1950, Salango no pudo ser excavado científicamente hasta 1979. Para esta época, el área ubicada al extremo sur de su bahía arenosa, foco de una secuencia de 5.000 años de asentamiento precolombino, había sido ya tomada por una fábrica de harina de pescado. Al otro lado de un estrecho de aguas poco profundas, se encuentra la isla de Salango, contraparte arqueológica del sitio de tierra firme.

Por evidencia anecdótica, nos hemos enterado sin mayor sorpresa que, durante la construcción de la fábrica en 1975, innumerables figurinas de cerámica y otros artefactos fueron removidos del sitio o destruidos. En 1979, llegó al INPC el rumor de que la excavación de un terreno para la construcción de un garaje había puesto a luz huesos humanos y otros materiales antiguos. Presley Norton, cuyo Programa de Antropología para el Ecuador (PAE) tenía un equipo de investigadores en Puerto López, fue requerido para intervenir en el sitio. La ubicación de las instalaciones de la fábrica impuso severas limitaciones sobre las áreas donde se podían realizar las excavaciones. Al final, cuatro diferentes sectores del sitio de Salango (OMJPLP-140, -141A, -141B y -141C) fueron excavados por el PAE en un programa que continuó hasta 1989, cuando varias presiones lograron que no fuera más factible realizar trabajo de campo o mantener el sitio abierto (OMJPLP-141B, la única área abierta en ese entonces, fue seguidamente enterrada bajo concreto y ya no es accesible ni visible). La secuencia cultural comprende componentes sucesivos de Valdivia, Engoroy, Bahía II / Guangala Temprano, Guangala Medio y Tardío, y Manteño, mostrando cada fase diferencias en el uso y organización del sitio. Más aún, aunque la extensión total del sitio es pequeña, con un área nuclear de 1.5 hectáreas, se pudo descubrir un notorio grado de variabilidad intra-sitio, que constituyó un reto técnico y metodológico. En verdad, sería más razonable considerarlo no uno sino varios sitios.

Durante el trabajo de campo y más especialmente después del cierre del sitio, el análisis y la interpretación de los contextos arqueológicos y hallazgos asociados llevaron a varias publicaciones, disertaciones doctorales, y presentaciones en Ecuador y en el exterior, cuyos temas principales serán discutidos más abajo. Y en 2009, los artefactos especiales recuperados del sitio fueron incluidos en un nuevo registro digital, creado en un proyecto realizado por el INPC, con fondos de emergencia otorgados por el Ministerio Coordinador de Patrimonio Natural y Cultural.

Además, el sitio ha sido presentado a través de varias exposiciones museográficas. Así, en 1984, el Museo del Banco del Pacífico, Guayaquil, auspició una exposición llamada “Cambio y Continuidad en Salango”, acompañada de catálogo y textos que abordaban los hallazgos preliminares (Programa de Antropología para el Ecuador 1984). El Museo de Salango, fundado por Norton en 1987, y administrado en el presente por la Comuna Salango, abriga una selección de artefactos de cerámica y concha del sitio, que traza su historia desde Valdivia hasta Manteño, la misma que es pasada al público por los guías comunitarios del museo. Más recientemente, el Museo Presley Norton de Guayaquil ha incluido una presentación sobre el centro ceremonial Engoroy de Salango (Lunniss 2007b) como un complemento científico para los artefactos sin proveniencia que comprenden la exposición principal. Y en 2009, el INPC y el Municipio de Puerto López auspiciaron en el pueblo homónimo una exposición de posters llamada “Figurines ancestrales y la identidad local: artefactos arqueológicos del sur de Manabí”, basada en el análisis del material de Salango.

La primera ocupación de Salango está evidenciada por cerámica, conchas, artefactos líticos, y huesos de pescados y mamíferos Valdivia dispersos a lo largo del borde de una laguna de manglar contemporánea (Norton et al. 1983). Muestras de carbón asociadas, a 5 m. bajo la superficie actual, sugieren como fecha más temprana la segunda mitad del cuarto milenio a.C. para el campamento de donde probablemente proviene este material. Siguiendo el relleno de la laguna, una aldea machalilla está representada por un espeso basurero que contiene abundante cerámica y huesos de pescado, así como un conjunto diverso de 26 tumbas y algunos indicios de arquitectura. A continuación se observa una aparentemente suave transición a Engoroy Temprano (900-600 a. C.) con continuo énfasis en explotación de subsistencia marina y más enterramientos humanos.

El principal foco de mi propia investigación ha sido la maravillosa secuencia de unas 20 estructuras ceremoniales que surgieron entre 600 a.C. y 600 d.C. (Lunniss 2001, 2007a, 2007b). Estos edificios están asociados con la ocupación Engoroy Medio y Tardío hasta 100 a. C., y luego con la de Bahía II (con Guangala Temprano) y Guangala Medio. Las estructuras no solo constituyen un registro único de la evolución de la arquitectura ceremonial costera en este período, sino también un contexto sólido para el análisis de las varias diferentes clases de ofrendas asociadas. A través de la arquitectura y las ofrendas emerge entonces un panorama de la evolución tanto de la visión cosmológica como de la práctica ritual. Además, las estructuras ayudan a llenar el vació en nuestro conocimiento del desarrollo de la arquitectura ceremonial entre Valdivia y Manteño. A decir verdad, el conocimiento ganado en Salango ofrece importantes pautas para la comprensión de la arquitectura recientemente revelada en la gran ciudad montuosa manteña de Cerro Jaboncillo, proveyendo al mismo tiempo de una base muy útil para considerar los orígenes de las formas culturales manteñas en general.

El diseño físico del centro en las fases Engoroy ha sido reconstruido, y su profundo simbolismo explorado parcialmente, aportando substantivamente al cuerpo de conocimientos referentes al ceremonialismo formativo (Stothert 2003). Igualmente, se ha publicado una parte de la no menos impresionante secuencia de estructuras Bahía y Guangala (Lunniss 2001). Por primera vez, se ha podido ver los enterramientos humanos de estas fases en el contexto más amplio de un espacio sagrado formal, y una amplia muestra de figurinas Engoroy Medio y Tardío de piedra y concha en un contexto complejo y algo dramático (Lunniss 2011). Por último, se ha identificado la parafernalia ritual y alguna otra evidencia concerniente al consumo de coca en el Formativo Tardío y Desarrollo Regional. Así mismo, se ha llevado a cabo un análisis contextual de la cerámica asociada con Engoroy Medio y Tardío y con Bahia II. Si añadimos a esto la cerámica de Engoroy Temprano (Beckwith 1996) que antecede al sitio ceremonial, estamos en posición de evaluar la evolución de la pintura iridiscente a través de todo el período de 1200 años de uso en la costa central.

Por cierto, estos estudios nos han llevado a una nueva comprensión del material contemporáneo recuperado en otros sitios del sur de Manabí, sea a través de excavaciones científicas o a través del huaquerismo. En verdad, podemos lograr una comprensión más estrecha de la estructura y administración de la geografía sagrada del sur de Manabí a lo largo de estos siglos. En especial, es ahora posible apreciar que el señorío manteño de Salangome tuvo sus raíces como entidad cultural en la forma de una identidad local bien establecida hacia el primer milenio a. C. y centrada alrededor del sitio Salaite.

A otros niveles, se han podido examinar los diferentes factores culturales y geográficos en juego. Salango está estratégicamente ubicado a medio camino (en distancias de unos 70 Km. a ambos lados) entre La Libertad y Manta, los centros de población precolombina más grandes (aun actualmente) de la costa central de bosque seco. En tal condición, fue un sitio de frontera, primero al norte de la zona Engoroy y su borde con el área de influencia Bahia I que emanaba desde Manta, y segundo en el cambiante límite entre Bahia II y la cultura Guangala que ocupaban lo que es ahora la provincia de Santa Elena. Por otro lado, el sitio se desarrolla en el momento en que, a nivel local, Bahía II y Guangala Temprano emergen de Bahía I y Engoroy Tardio. Por consiguiente, Salango proporciona la oportunidad de observar el juego entre competitivos agentes interesados en controlar el sitio. Al mismo tiempo, nos deja ver en detalle la naturaleza y el impacto de la sorprendente transición del Formativo Tardío al Desarrollo Regional: el registro arqueológico sugiere que se sucedieron cambios ideológicos sustanciales, que se reflejaron no solamente en una expresión más compleja de la visión cosmológica, sino también en términos de una estructura social más claramente estratificada. Mientras tanto, la economía y subsistencia del antiguo Salango dependían en gran medida del mar. Al respecto, el estudio de la historia de la pesca, desde Valdivia hasta la época manteña (Béarez 1996, entre otros), está proveyendo los elementos de base para evaluar la explotación contemporánea de recursos marinos en el área. Ha conducido, además, a contribuciones significativas para el conocimiento de los peces marinos ecuatorianos en general.

La relevancia de Salango se extiende mucho más fuera del sur de Manabí. Los datos funerarios de Bahía II indican interacción social con otros sitios en un radio de 100 km., sugiriendo la existencia de un conjunto de sitios, muy dispersos pero interconectados, dedicados al culto de los muertos de élite que marcó la vida de las tierras bajas costeras. En otros respectos, el comercio puso a Salango en el centro de una red de intercambio, principalmente de Spondylus, que, para la época manteña, se había extendido a lejanas regiones como México y el sur peruano (Marcos y Norton 1981, Norton 1990). Salango es un sitio relativamente pequeño, pero su larga secuencia de ocupación, su contexto detallado, su estratigrafía bien conservada, su variada historia, su significado sagrado, su ubicación geográfica, registro etnohistórico, y participación en el intercambio de larga distancia, todo esto en conjunto hace que el sitio sea de un valor único para los arqueólogos, tanto por su substancia material como por las muchas implicaciones teóricas que presenta al estudioso. Este valor se acrecienta aun más cuando se considera cuántos sitios ceremoniales del Formativo Tardío y del Desarrollo Regional se han perdido por acciones del huaquerismo, y cuan costoso sería excavar otro sitio como Salango, si alguna vez se lograra identificar alguno. Por supuesto no faltarán historiadores de arte, artistas, biólogos, arquitectos, artesanos, antropólogos y otros interesados en el desarrollo de la identidad, tanto en tiempos precolombinos como modernos (Bauer y Lunniss 2010), que encontrarán en Salango materiales relevantes para sus investigaciones.

Todavía queda una gran cantidad de datos del sitio de Salango que espera ser examinada. Hay numerosos estudios comparativos, analíticos, contextuales y estratigráficos que podrían realizarse y cuya información presentada a través de diferentes medios sería de gran atractivo e inspiración para el público. La dispersión de artefactos asociados con el campamento Valdivia y el cementerio y la aldea de Machalilla permanecen en gran medida sin análisis. Las estructuras ceremoniales de Bahía II y Guangala Medio todavía esperan ser reconstruidas, y sus elementos funerarios reportados en detalle y en relación con el material recuperado fuera del recinto principal. Las terrazas manteñas, los talleres de concha y rasgos asociados constituyen un importante componente, del cual se ha producido ya un estudio sobre la producción local de cuentas de concha en el marco del cambio cultural y tecnológico manteño (Carter 2008). Se requiere, sin embargo, un estudio completo de esta área y de otros contextos manteños excavados en los alrededores, a fin de evaluar de mejor manera la función de Salango en esta época y en particular su posición respecto al intercambio prehispánico tardío de concha Spondylus, posición que hasta ahora ha sido basada apenas en unas pocas líneas de un documento histórico.

Hasta el momento, alguna información sobre restos faunísticos no marinos ha sido publicada (Stahl y Norton 1984, 1987), pero se necesita un informe completo sobre la manera en que los mamíferos, pájaros y reptiles fueron tratados a lo largo del tiempo, sea como alimento, materia prima para la manufactura de artefactos y ornamentos, o especialmente como ofrendas simbólicas. La concha de todos los períodos es un tema apremiante de estudio para comprender mejor la dieta y para evaluar los valores relativos de S. princeps y S. calcifer en relación con otras especies. Dos breves estudios de lítica tallada han sido realizados (Jackson 1987), pero la mayor parte de una gran cantidad de artefactos de chert y obsidiana está por ser descrita y analizada. La cerámica Valdivia, Machalilla, Guangala y Manteña, y los artefactos, ornamentos y figurinas de esta y otras materias primas deben ser eventualmente publicados. Si algún día se logra culminar este trabajo, será una contribución monumental.

En suma, Salango es un sitio excepcional, cuya estructura intrincada y claramente definida permite y demanda una narración humana bien elaborada que trascienda el discurso académico. Aunque ha sido posible esbozar aquí solamente algunos de sus aspectos sobresalientes, sin embargo ha sido importante escribir este breve ensayo para que se conozca lo que se ha hecho hasta ahora, y lo que queda por hacerse, a fin de que la historia completa de Salango se haga pública, sobre todo para la nación ecuatoriana. Ojalá los jóvenes lectores de Apachita se inspiren en estas líneas, no sólo para seguir las referencias bibliográficas, sino también para ofrecer en el futuro su talento en este largo proceso de investigación.

Bauer, Dan, y Richard Lunniss, 2010, The Past in the Present: Spondylus, Place and Identity, The Latin Americanist, September 2010: 75-94. Béarez, Philippe, 1996, Comparaison des ichthyofaunes marines actuelle et holocène et reconstitution de l'activité halieutique dans les civilisations précolombiennes de la côte du Manabí Sud (Equateur). Tesis doctoral, Muséum National d'Histoire Naturelle, Paris. Beckwith, Laurie, 1996, Late Formative Period Ceramics from Southwestern Ecuador. Tesis doctoral, Department of Archaeology, University of Calgary, Alberta, Canada. Carter, Ben, 2008, Technology, Society and Change: Shell artifact Production among the Manteño (800-1532) of Coastal Ecuador. Tesis doctoral, Washington University, St. Louis. Jackson, Donald, 1987, Clasificación Morfo-Funcional y Análisis de Huellas de Uso en un Conjunto Lítico del Sitio Arqueológico de Salango, Miscelánea Antropológica Ecuatoriana 7:59-90. Guayaquil: Museos del Banco Central del Ecuador. Lunniss, Richard, 2001, Archaeology at Salango, Ecuador: An Engoroy ceremonial site on the south coast of Manabí. Tesis doctoral, University of London. Ann Arbor, Michigan: University Microfilms International. Lunniss, Richard, 2007a, Una Casa Ceremonial del Formativo Tardío en Salango, Manabí. En, Fernando García S. (comp.), II Congreso Ecuatoriano de Antropología y Arqueología, Tomo I. Balance de la última década: aportes, retos y nuevos temas, 409-433. Quito: Abya-Yala y Banco Mundial Ecuador. Lunniss, Richard, 2007b, Venerando a los Ancestros: La Evolución de un Sitio Ceremonial del Formativo Tardío en Salango, Provincia de Manabí. En Vida y Costumbres de los Pobladores del Ecuador Antiguo, p. 12-40. Guayaquil: Museo Presley Norton. Lunniss, Richard, 2011, Los ancestros y el mito de origen: una interpretación de los figurines de piedra asociados con una plataforma funeraria del Engoroy Tardío en el sitio Salango, Provincia de Manabí. En Actas del III Congreso de Antropología y Arqueología Ecuatoriana, Guayaquil 6–10 de octubre de 2008. Jorge Marcos y Silvia Álvarez (eds.), En prensa. Marcos, Jorge G., y Presley Norton, 1981, Interpretación sobre la Arqueología de la Isla de la Plata, Miscelánea Antropológica Ecuatoriana 1:136-154. Guayaquil: Museos del Banco Central del Ecuador. Norton, Presley, 1990, El Señorio de Salangome y la Liga de Mercaderes: El Cartel Spondylus-Balsa. En La Balsa en la Historia de la Navegación Ecuatoriana, Jenny Estrada (ed.), p. 255-274. Instituto de Historia Marítima, Guayaquil. Norton, Presley, Richard Lunniss y Nigel Nayling, 1983, Excavaciones en Salango, Provincia de Manabí, Miscelánea Antropológica Ecuatoriana 3:9-72. Museos del Banco Central del Ecuador, Guayaquil. Programa de Antropología para el Ecuador, 1984, Cambio y Continuidad en Salango. Museo Antropológico del Banco del Pacífico, Guayaquil. Stahl, Peter, y Presley Norton, 1984, Animales Domésticos y la Implicación del Intercambio Precolombino desde Salango, Miscelánea Antropológica Ecuatoriana 4:83-96. Museos del Banco Central del Ecuador, Guayaquil. Stahl, Peter, y Presley Norton, 1987, Pre-Columbian Animal Domesticates from Salango, Ecuador. American Antiquity 52 (2):382-391. Stothert, Karen, 2003, Expression of Ideology in the Formative Period of Ecuador. En Archaeology of Formative Ecuador, J. Scott Raymond and Richard Burger (eds.), p. 337-421. Dumbarton Oaks Research Library and Collection, Washington, D.C. Szaszdi, Adam, 1978, En torno a la balsa de Salango (Ecuador) que capturó Bartolomé Ruiz. Anuario de Estudios Americanos 35:453-554. Sevilla.

 

Comentarios  

 
#1 FELICITACIONESMishelle 09-11-2011 23:11
Esta super que interesante esta informacion, felicitanciones!! eh aprendido mucho, y ha sido muy enriquecedor para incrementar mis conocimientos como estudiante de Turismo!
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