Colecciones Ecuatorianas Para el Museo del Indio Americano, Heye Foundation |
Escrito por George H. Pepper |
Jueves, 17 de Julio de 2008 19:45 |
En este tiempo (1904-1906), el Profesor Marshall H. Saville de la Universidad de Columbia planificó y comenzó su trabajo, cuyo objetivo era un reconocimiento exhaustivo de un sector de los Andes y zonas costeras del Noroeste de Sudamérica, desde la frontera meridional del Ecuador hasta el istmo de Panamá. Posteriormente, se tenía planificado incluir las regiones del norte y del nordeste de Sudamérica y las islas de las Antillas.
En 1906, el Profesor Saville, acompañado del Sr. Foster H. Saville, llevó a cabo en Ecuador investigaciones en la provincia de Manabí y en los valles interandinos cercanos a Riobamba. Dada la inesperada riqueza del campo ecuatoriano, el primer plan, o sea el reconocimiento de Ecuador y Colombia, tuvo que ser abandonado, y el Sr. Heye decidió concentrar fondos para un reconocimiento de campo más completo. En 1907, la segunda expedición, de dos grupos, fue enviada al Ecuador. El primero integrado por Foster H. Saville y Lewis W. Niendorff, fue enviado en febrero para completar el trabajo de colección comenzado el año precedente. Posteriormente, se desplazaron a los alrededores de Ambato, donde se obtuvieron colecciones grandes y representativas. En mayo, el segundo grupo, integrado por el Profesor Saville y el autor, fue a Manabí. Por este tiempo, el Sr. Niendorff fue enviado a la isla de Puná, mientras los otros tres miembros de la expedición realizaban el trabajo de exploración de Manabí. En agosto, el Profesor Saville y Sr. Niendorff fueron a la provincia de Esmeraldas, donde se realizaron más investigaciones; 35 localidades fueron visitadas y se obtuvieron grandes colecciones, ya que las excavaciones se realizaron en varios lugares. En 1908, visitó el Ecuador la tercera expedición. El Profesor Saville fue acompañado por el Sr. George D. Hedian, agente consular estadounidense en Esmeraldas. En esta campaña se realizaron trabajos generales en la provincia de Manabí, en la cercanía de la línea ecuatorial. En 1910, la cuarta expedicion ecuatoriana realizó exploraciones en el interior, especialmente en las provincias de Bolívar, León, Pichincha, Imbabura y Carchi, terminando su trabajo en la frontera con Colombia. En este viaje, el Profesor Saville contó con cuatro asistentes, incluyendo el Sr. Manuel Gamio, Inspector de monumentos antiguos de México. Desde entonces, el Profesor Saville ha realizado otro viaje a Esmeraldas, y en 1914, acompañado de Foster H. Saville y Randolph M. Saville como asistentes, realizó una campaña de exploración de sitios de montículos y aldeas en el municipio de Tumaco, Colombia, a lo largo del sector meridional de la costa colombiana. En 1916, se culminó el trabajo de reconocimiento de la costa colombiana a lo largo de la frontera con Ecuador. En lo que a Ecuador se refiere, quedaron solamente por investigarse las provincias meridionales adyacentes a la frontera con Perú. Todas esta investigaciones fueron puramente arqueológicas. En la región costera del Norte del Ecuador, se encuentra la única tribu de indios de pura sangre que vive en la costa. Habitan la región del río Santiago y forman parte de un pueblo antiguamente más numeroso, conocido por muchos años como yumbos. Se trata de los verdaderos Cayapas, cuyo estudio se volvió parte esencial de esta investigación, a fin de evaluar si aún existían tradiciones que puedan dar luz sobre las antigüedades de la costa. El Dr. S. A. Barrett fue enviado al terreno en 1908 y 1909 para investigar sus hábitos y costumbres, así como su lengua. Su informe está listo para la imprenta. Como resultado de este trabajo continuo y persistente, el Museo posee la única colección de conjunto del Ecuador, que se haya conformado hasta hoy. El interior ha proporcionado una serie grande de vasijas cerámicas, incluyendo un lote de urnas funerarias encontradas en las huacas de El Angel en la provincia de Carchi. Estas huacas, o tumbas de pozo, fueron descubiertas por los nativos, que de alguna manera aseguraron que junto con los cuerpos había oro enterrado por los antiguos. Todo el poblado se desplazó a las colinas que contenían estas huacas y se llevó a cabo un sistemático pillaje de las tumbas. Se encontraron muchos ornamentos de oro, que fueron fundidos al sacarse, y también las urnas simétricas ya mencionadas. Varias de estas vasijas fueron salvadas y pueden ser vistas ahora en la casa temporal del Museo en 10 East 33rd Street, New York City. Objetos y ornamentos de piedra, hueso y metal fueron hallados en abundancia en muchas partes de las regiones visitadas por la expedición. En la segunda campaña, 1907, el autor estuvo a cargo de las excavaciones cerca de Manta, en la provincia de Manabí. Las estribaciones andinas cerca de esta ciudad tenían sitios habitacionales que contenían numerosas piedras esculpidas, siendo las más importantes las sillas de piedra, la mayoría de las cuales reposa sobre las espaldas de figuras humanas o animales. De las 65 sillas que se encontraron, unas pocas son bastante pequeñas, pero muchas son muy pesadas: un espécimen pesa más de 300 libras. Dos grandes montículos funerarios fueron explorados, uno de los cuales, según la tradición local, tenía en su cima una gran mesa de piedra rodeada de varias sillas. Fragmentos de sillas fueron hallados a la base de unos de los montículos, aunque ninguna bajo la superficie. Y no habia evidencia de la mesa de piedra; la gran mayoría de los objetos encontrados con los enterramientos era vasijas de cerámica. En la costa de la provincia de Esmeraldas, se encontraron muchas vasijas cerámicas y ornamentos de oro y platino. El oro es de interés particular, ya que las piezas individuales tienen trabajo de filigrana y otras delicadas técnicas de orfebrería. Incluida en el material de oro de Ecuador, está una corona grande encontrada en una tumba de Sigsig, provincia del Azuay. Algunos objetos encontrados con ella, incluyendo un propulsor incrustado de oro, fueron destruidos por los nativos que los encontraron, aunque muchos de estos objetos lograron ser rescatados. Cerca de la ciudad costera de Atacames, provincia de Esmeraldas, el Profesor Saville descubrió enterramientos de naturaleza peculiar: estaban en grandes tubos cilíndricos de cerámica superpuestos para formar una huaca. Estos pueblos prehistóricos han migrado sin duda desde el interior, donde habrían estado acostumbrados a tallar sus huacas en roca sólida; al encontrar aquí condiciones poco adecuadas para este trabajo, lograron producir una tumba sustituta alineando un hueco con los tubos. En uno de estos se encontró un cráneo con láminas de oro incrustadas en los dientes, y una mandíbula con incrustaciones circulares en los dientes. Este tipo de ornamentacion fue realizado con objetivos puramente ceremoniales o por simple adorno, siendo en ambos casos un hermoso ejemplo de dentistería precolombina. Estos especímenes están ahora en la colección del Museo. Dos grandes volúmenes y varias monografias sobre el trabajo en esta región han sido ya publicados y otros están en prensa. Fragmentos de George H. Pepper, 1916, The Museum of the American Indian, Heye Foundation, Geographical Review 2(6):401-418 (texto corresponde a págs. 406-411, traducción del Editor). |
Última actualización el Jueves, 27 de Agosto de 2009 12:13 |
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