Le "pucará" de Quitoloma Imprimer
Écrit par Julio Mena Tapia   
Mardi, 06 Mars 2007 13:37

Les "pucaráes" sont des forteresses de nature militaire, qui se trouvaient réparties tout au long de la sierra andine. Elles sont aussi connues sous le nom de "churos", par la présence de fosses qui entourent les sommets des collines, d'où il est possible d'avoir une large visibilité des parages, pour le contrôle de mouvements commerciaux ou de troupes ennemies. Le "pucará" de Quitoloma (paroisse de Cangahua), certainement le plus grand de la Sierra Nord, appartient à un grand complexe de plusieurs fortifications, appelé Pambamarca. Les premières nouvelles de ce complexe nous viennent de la Mission Géodésque Française qui, entre 1735 et 1744, y établit un des points topographiques pour la mesure de l'arc méridien (d'où l'appellation de "Francés Urcu" attribuée à ce mont pendant un certain temps).

Interesantes impresiones son recogidas en el segundo tomo de la “Relación histórica del viaje a la América meridional”, escrita por Jorge Juan y Antonio de Ulloa. Los oficiales españoles describen a los pucaraés como construcciones que están siempre en los copetes de los cerros y que están formadas por tres o cuatro zanjas (fosos), unas dentro de otras y algo distantes entre sí, las mismas que en su interior tienen una pequeña muralla construida con piedras que sirve para defenderse de los enemigos. Esta es una descripción muy acertada de las fortalezas que se encuentran en Pambamarca, ya que queda clara su forma de churo, como muestra el primer dibujo representativo de una de estas fortalezas que consta en el reporte de Juan y Ulloa.
A finales de la década de los 60’s, este pucará despierta el interés del investigador alemán Udo Oberem, quien realiza la primera excavación científica del lugar, cuyos resultados están consignados en su artículo “La fortaleza de montaña de Quitoloma en la Sierra septentrional del Ecuador” (Boletín de la Academia Nacional de Historia, 1969). El material cerámico recuperado se encontró bastante erosionado, aunque con indicios de pintura roja de filiación inca, según Oberem, y algún material de cerámica local. El material lítico consta de piedras de honda y bolas, que confirmarían la utilización militar de este sitio.
Posteriormente, Fernando Plaza Schuller realizó un inventario de fortalezas en la sierra norte del Ecuador. En Pambamarca, registró 17 fortalezas con sus respectivos planos, lo que ha ayudado a comprender el patrón de construcción de estos pucaráes y la dinámica de la conquista Inca en la sierra septentrional. Antonio Fresco también llevó a cabo una investigación de Quitoloma, cuyos resultados se desconocen, en razón de que el mencionado investigador no ha publicado nada al respecto.
En los últimos cuatro años, el Dr. Samuel Conell de la Universidad de California (UCLA) ha venido desarrollando una investigación en las fortificaciones del complejo Pambamarca, en colaboración con Chad Gifford, profesor de la universidad de Columbia, y la participación de la escuela de campo de dicha universidad y de algunos estudiantes de la Escuela de Antropología de la PUCE, Quito.
El objetivo del proyecto es identificar y establecer correlaciones entre todas las fortalezas de Pambamarca, a fin de recrear una historia cultural que realmente aporte al conocimiento de la Sierra norte y las dinámicas de desarrollo de esta área cultural. De manera particular, es importante también conocer el papel que cumplieron las fortalezas en una región de constante beligerancia, ante la presencia inca, primero, y la hispánica después.
Cabe destacar en el Proyecto Arqueológico Pambamarca (P.A.P) el uso de sensores remotos, que son scanners de suelo que reciben ondas magnéticas o electrónicas, por medio de las cuales se pueden distinguir “anomalías” bajo la superficie, que sugieren al arqueólogo los lugares susceptibles de excavación. Este procedimiento es muy eficiente en la medida que ahorran al investigador la prospección con pruebas de pala. En la prueba piloto realizada en el Campana Pucara (también fortaleza del complejo Pambamarca) se distinguieron, por ejemplo, dos anomalías que, en un caso, reflejaron solamente la presencia de la roca madre, y en el otro la existencia de un muro de piedra, bajo la superficie.
Las fortalezas de Pambamarca aún tienen una larga historia que contarnos. Esperamos que las investigaciones en curso aporten con la prueba arqueológica de la guerra andina y sus consecuencias en este rincón de la sierra ecuatoriana.

Mise à jour le Mardi, 17 Avril 2007 10:11