La Delegación de la PUCE en el III Congreso de Arqueología en Colombia Imprimir
Escrito por Catherine Lara   
Sábado, 24 de Febrero de 2007 16:38

Terminal terrestre de Quito, madrugada del 8 de diciembre del 2004. Soñolientos aún, pero entusiastas, catorce alumnos de la Escuela de Antropología de la PUCE, dirigidos por el Profesor Ernesto Salazar, esperan la salida del bus que los llevará a Tulcán, primera etapa de su viaje al III Congreso de Arquelogía, organizado por la Sociedad Colombiana de Arqueología, en Popayán.

A pesar de un recorrido de 18 horas interrumpido por «pequeñas» complicaciones burocráticas en la frontera y no menos preocupantes fallas mecánicas durante el trayecto, nuestros antropólogos llegaron cansados pero felices a la pintoresca ciudad blanca de Popayán.
Después de una buena noche de descanso, se cumplió con las formalidades de inscripción al congreso, antes de asistir al acto inaugural del evento, en el majestuoso salón Paraninfo Caldas. El presidente de la Universidad del Cauca, anfitriona del congreso, especificó sus objetivos, luego de unas breves y cordiales palabras de bienvenida.
El evento máximo de la Sociedad Colombiana de Arqueología se propuso presentar un panorama general de la arqueología contemporánea en América Latina, especialmente en Colombia, en el marco de una reflexión sobre el significado de la identidad cultural y la importancia de la preservación y estudio del patrimonio histórico local.
Desde este punto de vista, la diversidad de simposios (divididos en ponencias), fue considerable:
«Pueblos y paisajes antiguos en la selva tropical amazónica», «Escalas menores, problemas mayores: perspectivas regionales», «Hacia la creación de la arqueología poscolombina», «La arqueología funeraria en Colombia», «Arqueología y bioarqueología del suroccidente colombiano: investigaciones recientes», «Economía y política en las sociedades precapitalistas», «Avances en teoría y método», «La sal: explotación, valoración e intercambio de un recurso ambiental significativo», «La arqueología en la construcción de historias locales», «Arqueología subacuática en Colombia», «Poblamiento y domesticación de los valles intra-andinos de la cordillera central y occidental de Colombia» y, finalmente, «Conservación, investigación y difusión de colecciones arqueológicas».
Esta variedad permitió el desarrollo de los objetivos del congreso, los cuales constituyeron el hilo conductor de este III Congreso de Arqueología en Colombia. De hecho, a través de la presentación de múltiples proyectos en desarrollo y de nuevas perspectivas de investigación, se insistió en la necesidad de ir más allá de una simple descripción del objeto de estudio.
Valiéndose de la dimensión antropológica de la arqueología, se planteó la importancia de una interacción entre el arqueólogo en cuanto ente cultural, y su objeto de estudio, fuera de una relación unilateral sujeto / objeto pasivo.
Dos consecuencias se desprenden de esta perspectiva. Considerando el registro arqueológico como materialización de una ideología, lo cual rompe la tradicional dicotomía entre ciencia y espíritu, la arqueología adquirió un papel preponderante en la conservación y la promoción de la identidad.
En otras palabras, se esbozó una visión de la arqueología como proyección sobre el pasado, el presente, y por ende, el futuro. Se subrayó además la necesidad de intercambios internacionales entre los investigadores del mundo arqueológico, partiendo del hecho que todos consultan a los mismos autores clásicos. Estas pautas se concretaron con ponencias sobre el impacto legal y actual de la arqueología, particularmente en la protección del patrimonio cultural indígena en América Latina.
El encuentro también fue marcado por el lanzamiento de varias publicaciones, como la revista Arqueología de Suramericana, y por la Asamblea General de la Sociedad Colombiana de Arqueología. Concluyó con la entrega de diplomas de participación, las conferencias de clausura y una fiesta de despedida.
La calidad profesional de las ponencias y el excelente nivel de organización del congreso permitieron a la delegación ecuatoriana disfrutar a lo máximo del evento. Para los antropólogos ecuatorianos de la PUCE, estos simposios fueron la ocasión de descubrir el mundo de la arqueología, de profundizar conocimientos ya adquiridos (en el caso de los estudiantes más avanzados), o de familiarizarse con el nivel regional de la carrera, al establecer contactos y perspectivas de proyectos con algunos profesores y estudiantes de diversas ciudades de Colombia y de América.
Además, se pudo experimentar la hospitalidad de la encantadora ciudad de Popayán, lo cual dio al congreso un carácter sumamente agradable y festivo.
Consiguientemente, quisiéramos reiterar nuestros cálidos agradecimientos a los Profesores Diógenes Patiño y Cristóbal Gnecco, quienes hicieron posible nuestra participación en este congreso. A más de haber enriquecido nuestro conocimiento arqueológico, regresamos a Quito cargados de buenos recuerdos y esperanzas de retorno...

Última actualización el Miércoles, 10 de Noviembre de 2010 12:11