El Ecuador y la conexiones entre Mesoamerica y Andes Centrales Print
Written by Daniela Balanzátegui Moreno   
Saturday, 24 February 2007 16:15
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El estudio de las conexiones mesoamericanas con los Andes no es un tema reciente. En efecto, desde fines del siglo XIX, varios investigadores americanistas atribuyeron influencias mesoamericanas, no sólo a vestigios andinos precolombinos, sino aun a rasgos culturales de los grupos existentes en la época. Cuando la arqueología ecuatoriana daba sus primeros pasos se especuló sobre el aporte difusionista centroamericano, no solo por parte de arqueólogos ecuatorianos como González Suárez (1890) y Jacinto Jijón y Caamaño (1930), sino también de extranjeros como el gran americanista Max Uhle (1922), cuyos argumentos enfatizaban semejanzas entre estilos cerámicos (como la pintura negativa), elementos iconográficos (como las figuras humanas y zoomorfas) y lingüísticos, entre ambas regiones.

Los citados autores propugnaban la ocurrencia de migraciones provenientes de Mesoamérica hacia Sudamérica, aunque sus explicaciones tenían ciertas falencias metodológicas, particularmente las comparaciones hechas sobre objetos sin cronología ni contexto arqueológico adecuados. Sus interpretaciones sobre bases arqueológicas endebles, no tuvieron mayor validez, aunque el afán de vincular Mesoamérica con los Andes ha persistido hasta el presente.
En la arqueología del Ecuador, se distinguen con claridad dos momentos en la postura difusionista: el primero que propone los elementos culturales del país como formas foráneas imposibles de originarse in situ, ya que sólo las culturas complejas o “grandes civilizaciones” pudieron dar inicio a la mayoría de rasgos culturales. En el segundo, el proceso difusionista es inverso, desde “la primera sociedad del formativo temprano” hacia las “civilizaciones”.
Donald Lathrap, el mentor de esta teoría, propugna que la cerámica del Formativo de la costa ecuatoriana inspiró las tradiciones cerámicas de México y del Perú. En su argumentación, la evidencia que tuvo mayor resonancia fue la de que los valdivianos iniciaron la tradición de las figurinas humanas, ya que en su registro arqueológico se encuentra una clara evolución en la producción de las mismas, o sea desde las talladas en piedra hasta las de cerámica hueca. En este contexto, las figurinas de arcilla halladas en Mesoamérica constituirían una elaboración posterior más detallada, a partir de formas foráneas más primitivas, acaso ecuatorianas.
Según esta tesis, la transmisión se habría realizado por mar, ante la falta de ejemplos comparables en las zonas intermedias. Los viajes por mar no solo sirvieron para llevar a los “artesanos de las figurillas”, sino
también para transportar, tanto al norte como al sur, la concha Spondylus, producto propio de las costas ecuatorianas. Al respecto, el registro arqueológico está respaldado por crónicas y fuentes etnohistóricas que relatan acerca del transporte de concha en las balsas de los Huancavilcas y los viajes de especialistas
en el comercio terrestre hacia el sur. La iconografía de Chavín de Huantar y aquella de los sitios mexicanos muestran a sus dioses sosteniendo la concha como señal de poder sobrenatural, lo cual puede corroborar la preeminencia del molusco y la existencia de un comercio temprano de la Spondylus.
En esta misma línea del análisis iconográfico, habría que mencionar a los felinos que constituyen también un elemento simbólico encontrado tanto en Mesoamérica como en el Area Intermedia y en los Andes Centrales. La forma más común es la representación de un dios que conjuga la figura del ave, el jaguar y la serpiente, la misma que en el Ecuador se halla en la Tolita y Jama-Coaque. Para algunos autores, la difusión fue de norte
a sur, y para otros en dirección inversa. Sin embargo, lo importante es mostrar que las culturas en las cuales se manifiesta el felino se identificaban con elementos de la naturaleza y las representaciones zoomórficas.
Investigaciones arqueológicas muestran que Ecuador se convirtió en un centro de contactos extrarregionales en tiempos precolombinos. A ello contribuyeron no sólo la ubicación geográfica estratégica del país, sino también el robusto proceso cultural e histórico que desarrollaron sus habitantes.

Last Updated on Tuesday, 17 April 2007 10:35