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Revistas Apachita Apachita 14 En busca de pueblos perdidos Matagua y Quirirmanta
En busca de pueblos perdidos Matagua y Quirirmanta PDF Imprimir E-mail
Escrito por Oscar Montúfar Latorre, John Apaza Huamaní, Rolando Zúniga Carrasco   
Viernes, 12 de Diciembre de 2008 08:39

El Instituto Nacional de Cultura Cusco, a través del Proyecto Qhapaq Ñan, realiza trabajos de investigación interdisciplinaria del sistema vial andino –Qollasuyu, ejecutados por arqueólogos, antropólogos, historiadores y geólogos, desde el mes de julio del 2007 hasta la fecha. Cuando se estudia el imperio inka, sobre todo en lo relacionado al origen de esta gran civilización, no se puede dejar de mencionar a la montaña de Wanakauri, ubicada al Sureste de la ciudad del Cusco, a una distancia aproximada de 13 Km. aéreos, y vinculada a la capital inkaica por un camino prehispánico que, a la fecha, mantiene su traza y gran parte de sus características arquitectónicas originales, además de su presencia en la memoria colectiva de los pobladores de las comunidades aledañas, quienes lo denominan Inka ñan. Después del Qorikancha, Wanakauri fue uno de los principales adoratorios o “Wakas” en el Inkanato. Según la relación de Polo de Ondegardo (1571), este lugar estaba ubicado en el sexto ceque del Qollasuyu, siendo escenario de los principales rituales y fiestas de los inkas.

Documentos de los siglos XVI y XVII traen varios relatos sobre el origen de los inkas. Unos difieren de otros por el espacio geográfico que sirve de principio o “paqarina”. Así, el más antiguo lo ubica en Paqarectambo (Vaca de Castro 1540), mientras el más tardío lo hace en el Lago Titicaca (Garcilaso 1609). Por cierto, cualquiera que fuese la razón del cambio, los relatos coinciden en establecer un punto fundamental para la sociedad Inka, cual es el cerro Wanakauri. Durante la travesía, los fundadores del Cusco se desplazan por diferentes sitios como Pacaritambo (Maukallaqta), Guaynacancha (Huaynacancha), Tamboquiro, Pallata, Haisquirro (Yaurisque), Quirirmanta (Araycalla), Wanakauri, Matagua, Qolcabamba (Colcapampa), Huanaypata (Ciudad del Cusco). Cabe señalar que muchos de estos lugares han sido ubicados en la actualidad, a excepción de los sitios de Matagua, Quirirmanta y Tamboquiro, perdidos en el tiempo y en la historia. Por esta razón destacamos las investigaciones que se vienen realizando en el sistema vial andino de esta zona, las mismas que nos han permitido ubicar dos de estos pueblos ancestrales en las cercanías de la montaña de Wanakauri, tal como lo describen los cronistas de los siglos XVI y XVII. Se trata de los pueblos de Matagua y Quirirmanta.

Matagua (en coordenadas UTM 183754/8495753, 3850 m.s.n.m) está ubicado a una distancia de 10.23 Km. al sureste del Cusco, entre las comunidades de Punacancha (San Sebastián) y Pillao Matao (San Jerónimo). Respecto al Wanakauri, el pueblo se encuentra a 2.5 Km. al noroeste de su cima. Los relatos de los primeros españoles (Betanzos 1551, Polo de Ondegardo 1571, Sarmiento de Gamboa 1572, Molina el Cusqueño 1573, entre otros) manifiestan que Matagua fue el primer asentamiento de los inkas fundadores, a su ingreso al valle del Cusco, señalando incluso una distancia de media legua con referencia al Apu Wanakauri.

El asentamiento de Matagua estaba en actividad en épocas del intermedio tardío pertenecientes tal vez a las etnias que dominaban estas tierras, como Sañus, Poques, Wallas, etc. El hecho de haber albergado a los primeros inkas determinó que el imperio modificara el uso y la función del pueblo, elevándole a una categoría sagrada como waka del sistema de ceques. Las evidencias arqueológicas muestran el carácter del pueblo en tiempos del intermedio tardío, con recintos de forma semicircular, cuadrangular con esquinas curvas, patios, pasajes, escalinatas; estructuras asociadas a cerámica del intermedio tardío (killke) de uso cotidiano y ceremonial, así como material lítico y restos óseos de la fauna que consumían. Solo el 1% del material cerámico hallado corresponde a la época Inka y en niveles casi de superficie, lo que nos indica que este pueblo funcionó como tal hasta los inicios del imperio y como waka sagrada en el esplendor de los Inkas. Hoy, esto es patente en las estructuras debidamente planificadas, y sobre todo en el camino ritual que se bifurca hacia el pueblo y al Apu Wanakauri.

Quirirmanta (en las coordenadas UTM 186626/8492810, y a 3740 msnm) está ubicado en el anexo de Araycalla, comunidad de Anyarate, provincia de Paruro, a una distancia de 14.7 km al sureste de la ciudad del Cusco y a 2.83 Km. al sureste de la montaña de Wanakauri. Las crónicas nos relatan que, en su tránsito de Paqareqtambo hacia el Cusco; “partieron de este pueblo los siete ingas con sus compañeras y llegaron a un pueblo llamado Quirirmanta, al pie de un cerro que despues llamaron Guanacauri” (Sarmiento de Gamboa 1572).

Las prospecciones sistemáticas para la ubicación de este sitio y del funcionamiento del sistema vial andino llevaron a ubicar evidencias arqueológicas consistentes en material lítico, cerámico e incluso metálico, diseminados en toda el área del anexo de Araycalla, poblado asentado aproximadamente en este lugar hace 80 años. La información etnográfica menciona que, anteriormente, este espacio estuvo cubierto por vegetación arbustiva y por gran cantidad de elementos líticos diseminados, y que solamente existían de dos a tres viviendas que brindaban alimentación y bebida a los viajeros provenientes de Acomayo y Paruro.

Al establecerse el actual pueblo, con sus viviendas y campos de cultivo, los pobladores hallaron gran cantidad de material arqueológico. Por estas razones se determinó abrir unidades de excavación en distintos puntos del poblado, llegando a descubrirse estructuras de carácter urbano y agrícola. La arquitectura urbana muestra características similares a las de Matagua: recintos semicirculares, a veces con nichos en su interior, muros de contención de plataformas habitacionales, asociación de estas estructuras con material cerámico fragmentado correspondiente a la época Inka y en menor cantidad a la época del Intermedio Tardío, y con utensilios y objetos de material lítico, óseo y metal.

Uno de los hallazgos más importantes fue cinco contextos funerarios de individuos que habitaron este pueblo, dos de estos corresponden al parecer a contextos “fundacionales” (enterramientos previos a la construcción de las estructuras), y tres a individuos hallados al interior del recinto, probablemente colocados como parte del ritual funerario de abandono del hogar. En efecto, se encontraron cavidades rodeadas por material lítico, para lo cual rompieron el piso original de la vivienda en el que se realizaron quemas de carácter ritual. Uno de los individuos podría corresponder a una madre con un infante en los brazos (1-2 años de edad aproximadamente); el enterramiento contenía también 2 tupus metálicos entrecruzados con ornamentación de cabezas de camélidos. Todos estos hallazgos y la ubicación geográfica del sitio nos demuestran que al parecer se trataría del pueblo perdido de Quirirmanta.

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Nota. El equipo del proyecto de investigación está conformado por el siguiente personal: Oscar Montúfar Latorre, John Apaza Huamaní, Yeni Olazábal Navarro, Rolando Zúniga Carrasco, Nikolai Romero Beltrán, Karla Ysela Vargas Arenas Cárdenas, Irma Ramos Hancco, Miguel Ccoa Cruz, Willy Puma Jiménez, Jesús R. Ayllón Yáñez, Silverio Castañeda Madera, Ismael Latorre Patiño, Rosalio Quintasi Condori, Leonardo Quispe Hermoza, Guillermo Paucar, Manuel Huamán Callapiña, Nicolás Callapiña Ayme, Adrián Huarco Quispe.

Última actualización el Jueves, 03 de Septiembre de 2009 06:56
 

Comentarios  

 
#2 ,..... ?????estevan 21-08-2010 16:43
y donde estan los demas hallazgos mmmm creo que hay algo sospechoso ... bueno para un proyecto de esta magnitud no es suficiente la imformacion.... bueno gracias
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#1 Yocasya 27-08-2009 16:06
Artículo muy bueno e interesante pero hacen falta colocar más fotografías y gráficos
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